Río de Janeiro.- La Policía Federal brasileña desarticuló hoy una organización que introducía drogas desde Paraguay, que era comandada por un narcotraficante brasileño preso en una cárcel de ese país y a la que ya le había incautado en operaciones anteriores 4,6 toneladas de cocaína y marihuana.
La organización criminal fue golpeada este martes con una operación que tenía previsto el cumplimiento de diferentes órdenes de detención y registro en las ciudades brasileñas de Caxias do Sul y Ponta Porá, así como en Asunción, donde contó con la colaboración de autoridades paraguayas, informó la Policía Federal en una nota.
Los agentes responsables por la investigación descubrieron que el grupo distribuía tanto marihuana como cocaína en los estados de Río Grande do Sul (sur de Brasil y fronterizo con Argentina y Paraguay) y Mato Grosso do Sul (en la frontera con Paraguay y Bolivia).
“La investigación identificó que la organización criminal adquiría cocaína directamente de un narcotraficante brasileño que está detenido en Paraguay por crímenes practicados en ese país”, según el comunicado de la Policía Federal.
El narcotraficante, identificado como Jarvis Chimenes Pavao y que el año pasado se descubrió que contaba con varios lujos ilegales en su celda en Paraguay, es considerado el principal contacto en el país vecino del Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal de Brasil.
Pavao enfrenta cuatro procesos por tráfico de drogas en Brasil, que ya abrió tres trámites diferentes para solicitar su extradición.
“Se calcula que la ganancia obtenida por cada carga de cocaína que el grupo transportaba llegaba a medio millón de reales (unos 158.730 dólares), lo que le garantizaba una vida de ostentación a los líderes del grupo”, agrega la nota de la Policía Federal.
Las drogas eran introducidas por Ponta Pora, ciudad brasileña en la frontera con Paraguay que se ha convertido en una de las principales puertas del narcotráfico en Brasil.
La banda estaba en la mira de las autoridades brasileñas desde marzo pasado y la investigación hasta ahora había permitido el decomiso de 4,6 toneladas de cocaína y marihuana en operaciones realizadas en las ciudades brasileñas de Veranópolis, Maringá y Campo Grande (MS).
En tales operaciones fueron detenidas tres personas y decomisados dos camiones y un automóvil utilizado para el transporte de las drogas.
Además de expedir nueve órdenes de allanamiento y siete de detención (una en Paraguay, dos en Caxias do Sul y cuatro en Ponta Porá), el juez responsable por la operación determinó el embargo de las cuentas bancarias de seis de los acusados y de 13 vehículos, entre automóviles y camiones.
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